Este es el primer contacto entre el cliente y el arquitecto. Esta es una oportunidad para que el cliente exprese sus necesidades ante
el arquitecto y para desarrollar el programa de construcción. El objetivo del programa es reunir una descripción de los requisitos tan
detallada como sea posible. Debería incluir tanto el objetivo final del edificio (residencia, hospitalidad, establecimiento escolar, etc.)
y las áreas de superficie y volúmenes contemplados, las restricciones normativas (accesibilidad, sanidad, etc.) y la planificación urbana
(limitación en la cantidad de pisos, fachadas, etc.) o el presupuesto contemplado y las fechas de terminación deseadas.
También se incluirá información adicional en el programa de construcción, como estudios de suelo (para asegurar que la construcción yace
sobre suelo estable), planos de las carreteras y redes ya existentes (tráfico, redes eléctricas, conexiones al sistema de distribución de
gas y agua, etc.) y estudios de clima (zona propensa a fenómenos climáticos locales, por ejemplo).
Según la información reunida, el arquitecto llevará a cabo un estudio de viabilidad y un esbozo del proyecto.
Este esbozo brindará al cliente una idea de cómo será la futura construcción considerando las distintas restricciones
(técnica y financiera) y las necesidades expresadas; mostrará la implementación de la construcción sobre el terreno
así como la organización de los espacios interiores y exteriores. Esta es una oportunidad para confirmar el área de superficie,
los volúmenes y la manera en las que las distintas secciones articulan. Este también es el momento de pedir modificaciones que
podrían ser incorporadas al proyecto.
Si la gestión del proyecto está satisfecha con el esbozo, entonces se puede comenzar con el diseño preliminar. En este se
detallan las varias opciones seleccionadas y también se eligen los materiales de construcción así como los servicios técnicos según la normativa.
Se realiza y finaliza un cálculo preciso de los costos del proyecto. Todos los elementos se agrupan formalmente para constituir un contrato
detallando todos los servicios y beneficios proporcionados.
Se realizan planos de colores, secciones, fachadas, vistas virtuales, modelos 3D o maquetas para poder entender mejor
la apariencia final del edificio.
El arquitecto manejará el diseño técnico de la construcción, es decir, la implementación de los planos,
secciones y elevaciones.
Se realizarán todos los planos detallados para todos los niveles del edificio en caso de ser varios, así
como también las diferentes secciones, elevaciones, fachadas y perspectivas.
El objetivo es proveer todos los documentos necesarios para que las diferentes partes tengan un
entendimiento detallado y óptimo del proyecto.
El arquitecto será responsable de la síntesis de los distintos elementos y su integración dentro del proyecto.
Durante toda la implementación del trabajo, el gerente del proyecto (generalmente el arquitecto) debe garantizar la calidad del trabajo y
cumplimiento de los planos y plazos. En particular, debe verificar el cumplimiento de los trabajos de movimiento de tierra y conexión
con las distintas redes, el trabajo estructural (bases, estructura) y el trabajo de acabado (impermeabilización, apariencia, estética,
etc.). Además, el gerente del proyecto es responsable de asegurar que las empresas involucradas sean remuneradas de acuerdo a los servicios.
El gerente del proyecto también se responsabiliza de la programación, planificación y coordinación del sitio del
proyecto. Es el garante de la organización de operaciones de las distintas empresas para así optimizar el período de
construcción y reducir costos y retrasos.